Hemos llegado a los últimos meses del año, que vienen de la mano con más gastos propios de la época, lo que se suma al incremento de la inflación, especialmente durante noviembre y diciembre. Por eso queremos compartirte cómo preparar tu remesa para fin de año.
Por Gisella Canales, experta en Educación Financiera
Durante los últimos dos meses del año hay promociones escolares, festividades religiosas y celebraciones como Navidad y fin de año, sumado al período de vacaciones de estudiantes y trabajadores, lo que empuja al comercio y también la inflación, es decir, ese incremento de precios generalizados en productos y servicios.
Cómo podemos prepararnos
Paso 1:
Organiza tu billetera para el pico de gastos que se avecina, identifica si durante el resto del año has tenido comportamientos que hayan sido perjudiciales, tales como adquirir demasiados créditos, gastar en cosas que no son prioridad, no ahorrar, entre otras.
¿Para qué nos servirá identificar esas conductas? Para el siguiente paso.
Paso 2:
Fijarnos como meta para el resto del año elegir uno o dos de esos comportamientos, y planificar cómo mejorarlo estos meses que restan.
Ejemplo:
Comportamiento a mejorar | Noviembre | Diciembre |
Gasto excesivo en snacks: gasto $1 cada día, es decir, $7 por semana, entre $28 y $30 por mes. | Reducir ese gasto a $4 por semana, es decir, máximo $16 por mes | Reducir ese gasto a $3 por semana, es decir, unos $12 por mes |
En vez de gastar alrededor de $60 en snacks, gastaría unos $28, generando un ahorro de $32.
Paso 3:
Sería crear un plan de gastos o presupuesto para los últimos meses, en el que se pueda incorporar todos los gastos, desde aquellos que pudieran ser innecesarios, los esenciales, así como gastos adicionales esperados, tales como el de promociones escolares o de las festividades de diciembre, en dependencia de las costumbres de cada hogar.
El secreto de un plan de gastos efectivo es determinar montos realistas para cada gasto, de manera que sí se puedan cumplir. Idealmente el presupuesto debe realizarse según la frecuencia con la que recibes tus ingresos.
Paso 4:
Para lograr que tus finanzas mejoren durante estos meses, una vez hayas identificado comportamientos a mejorar, planifica cómo darles vuelta y ahorrar.
Un buen punto de partida es el dinero que no gastarás producto del paso 2, sin embargo, de forma adicional debes ponerte una meta de ahorro pequeña, para que sea sostenible, hasta lograr un monto que te ayude a enfrentar los gastos extras, o que te permita tener un fondo para imprevistos.
Digamos que ahorraremos $2 cada semana a partir de noviembre, cerraríamos el año con $18 adicionales de ahorro.
Paso 5:
Es analizar el uso del crédito, ya sea para proponerse reducir deudas que ya existan, o para tomar mejores decisiones cuando nos ofrezcan una. Recuerda que cada compromiso adquirido representa una cantidad de dinero que no tendrás disponible para tus gastos regulares, por el pago de la cuota, lo que aprieta tu capacidad de compra.
Por ello, cada crédito a tomar debe analizarse bien y no solo preguntar por la cuota a pagar, sino prestar atención a cuánto se encarecerá ese producto debido al pago de intereses totales.
El hecho que este año no hayas llevado tus finanzas al 100%, no significa que no se puedan mejorar. Tampoco debes esperar hasta el próximo año para hacer cambios: cada día es una nueva oportunidad para administrar mejor tu dinero y preparar tu remesa para fin de año.