Gisella Canales, es experta en educación financiera.
Convertirse en padre puede ser algo emocionante pero a la vez muy estresante. A diferencia de la madre, socialmente se espera que los hombres asuman por defecto el rol de proveedor económico del hogar en su totalidad, lo que podría ocasionar que se cometan errores o pérdidas en el proceso. ¿Nuevo papá? Te decimos cómo preparar tus finanzas.
Si el bebé está en planes, o ya en camino, este es un momento oportuno para hacer ajustes en la forma en que estás manejando tu dinero y tomar decisiones sobre cómo será de ahora en adelante, para garantizar no solamente la estabilidad económica de la familia, sino la emocional, que es igual de importante.
La primera recomendación, antes de pasar a la lista de tips financieros, es que independientemente de cómo vengan manejando las finanzas con tu pareja, se sienten a conversar y acordar cómo se asumirán los gastos del nuevo integrante de la familia, incluyendo las obligaciones inmediatas (como alimentación, salud, cuidado), y las futuras (como educación, actividades deportivas y ocio).
Aunque no lo pueda parecer en este momento, cada parte de la pareja tiene distintas ilusiones e ideas sobre la crianza, que impactarán directamente sobre los gastos. Por ello es importante conversarlo temprano, para decidir en conjunto qué es más viable para el hogar.
Por ejemplo: ¿se pagará a alguien en casa para que le cuide o se le llevará a guardería?; ¿se usará la seguridad social o médicos privados para su control del primer año?; ¿usará pañales de tela o desechables? En esta etapa es válido conversar con madres y padres experimentados, para obtener su punto de vista sobre diferentes temas y así tomar una decisión en conjunto, valorando ventajas y desventajas.
Luego de esto, vamos con los tips para tu preparación:
1. Revisar el presupuesto.
En caso de llevar finanzas separadas con tu pareja, sería revisar el presupuesto personal. Si llevan las finanzas en conjunto, revisen el presupuesto de ambos. ¿Qué buscamos en esta revisión?
Primero, identificar cuáles son los gastos irrenunciables y cuáles son prescindibles, en caso de que sea necesario hacer recortes. Segundo, saber cuánto dinero disponible tenemos en este momento para nuevos gastos que se sumarán con la nueva personita en casa.
Si hasta este momento no te has acostumbrado a presupuestar, en este momento no es negociable. Con nuevos gastos como los que se vienen, hay que controlar cada centavo. Hay que recordar que cada bebé tiene necesidades diferentes y no sabemos si demandará una leche especial o medicamentos, que son bastante costosos y, por supuesto, son prioridad.
2. Fondo de emergencias sí o sí
Si el bebé viene en camino o está en planes, este es el momento perfecto para crear un fondo de emergencia. En caso de que ya esté en casa, no esperés más, pues de ahora en adelante los gastos solo irán en aumento, así que descartemos la idea de que cuando se terminen ciertos gastos, te quedará dinero para ahorrar.
Con bebés e infantes los imprevistos son el pan de cada día, por lo cual no es buena idea mantenerse con lo justo, independientemente de tu nivel de ingresos. Precisamente la revisión que hiciste en el consejo 1 te ayudará a decidir qué cambios hacer para dar espacio al ahorro, pues la familia debería contar con al menos el equivalente a un mes de gastos esenciales (incluyendo los del bebé), idealmente para 3 meses, y en un mundo perfecto para 6 meses. ¿Suena irreal? Podría parecerlo, por eso pongámonos como primera meta un mes y vamos aumentando gradualmente.
3. Más seguros que nunca
Si se cotiza a la seguridad social es un punto extra, pues se podría hacer uso de la atención médica durante el embarazo y parto sin que eso trastoque las finanzas del hogar. Si hasta ahora la experiencia no ha sido la mejor, consulta con amistades y conocidos sobre en qué hospitales con cobertura de seguridad social han tenido buenas experiencias e investiguen si es posible hacer un traslado.
Si sus ingresos lo permiten, contraten un seguro privado para coberturas extra, tales como enfermedades graves (crónicas), de hospitalización o accidentes. Hay amplia diversidad en la rama de seguros, no existe solamente el de gastos médicos (que por cierto, es el más costoso). Consulten con diferentes proveedores de seguros y corredurías sobre las alternativas más viables.
Adicionalmente, te recomiendo adquirir un seguro de vida que permita a tu familia tener recursos para enfrentar una inesperada ausencia o accidente que desemboque en discapacidad. No estamos exentos de esos riesgos. Algo que deberías saber es que mientras más jóvenes se contraen estos seguros, son más asequibles.
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4. Adiós deudas innecesarias
La facilidad de acceso al crédito podría haberte llevado a asumir tantos compromisos financieros que apretujan tu bolsillo. Es vital liberarte de deudas, pues cada cuota mensual que se paga, es dinero que ya no puede usarse en tu hogar, por lo tanto: ¡a eliminar deudas!
Hacer un análisis de tus deudas para crear un plan de pagos es fundamental. ¿No tenés idea de cómo? En este artículo explicamos el paso a paso.
Además de liberarte de pagos mensuales es indispensable cambiar la arraigada idea de que para todo se necesita del crédito, y por el contrario, ser cautelosos a la hora de decidir sobre nuevas deudas.
5. Consumir inteligentemente
La emoción de un bebé (y más si es el primero), podría empujarnos a comprar cosas innecesarias o poco útiles, por lo cual es necesario aprender a distinguir qué compra es esencial y cuál no a la hora de adquirir cosas para el nuevo miembro de la familia.
No está de más valorar reutilizar cosas de familiares, sobre todo en muebles grandes como la cuna, cambiador o corral, además de valorar la alternativa de comprar algunas cosas de segunda mano, en caso de que el presupuesto esté muy apretado.
Por supuesto que esas son alternativas que se ajustarán a cada bolsillo, pero consumir inteligentemente significa maximizar cada centavo, por lo tanto: ¿para que gastar el doble o triple en algo que puedo encontrar como nuevo pero a una fracción del precio original? No te olvidés de cotizar varias opciones antes de comprar.
Tener un bebé es una responsabilidad que asumimos de por vida, por ello es importante planificar cuanto antes nuestras finanzas, de modo que la economía familiar se encuentre sólida (o al menos mejor que ahora) al momento de su llegada.
