Testimonios de migrantes: El amor a través de los ojos de una mamá migrante, compartido para acompañar el proceso de quienes se vean identificados con esta historia. El nombre de la persona se mantiene en anonimato, por solicitud de ella.
Hola a todos, soy madre de familia y quiero compartir nuestra historia sobre por qué decidimos migrar y cómo ha sido esta experiencia para nosotros, especialmente para nuestro hijo.
Hace unos meses nos enfrentamos a la difícil decisión de dejar nuestro país natal, teníamos motivaciones claras y poderosas. La razón principal detrás de nuestra decisión fue el deseo de poder proporcionarle a nuestro hijo una educación de calidad, mejores oportunidades y, sobre todo, estabilidad económica. Sabíamos que migrar sería un desafío para nuestra familia, pero estábamos dispuestos a hacerlo por nuestro bienestar.
Una de las partes más difíciles fue explicarle a nuestro hijo la decisión de mudarnos de país. Recuerdo que traté de explicarle con las mejores palabras que estábamos haciendo esto para un mejor futuro y para estar todos juntos como familia. Su reacción inicial fue tristeza, no quería irse, tenía miedo y nos decía que mejor nos quedáramos en su país, cerca de sus abuelitas que quiere muchísimo. También a sus amiguitos, primitos, su escuela, todo a lo que estaba acostumbrado y ya conocía.
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Cuando llegó el momento de la mudanza
Habían instantes que nuestro hijo estaba feliz por ir a un país nuevo, pero también nos decía que extrañaría su país de origen y a sus abuelitas que cuidaban mucho de él. Fueron muchas emociones para él, como era de esperar.
Desde que nos mudamos, hemos notado algunos cambios. A veces parece un poco inseguro y con temor, lo cuál comprendemos perfectamente. Sin embargo, trato de siempre animarlo y darle todo mi apoyo en este proceso. A medida que pasa el tiempo, se va adaptando cada vez más en esta nueva etapa.
Le gusta mucho ver que acá hay más tecnología, lugares bonitos, edificios, playas y que es un lugar mucho más grande. Sin embargo, siempre nos hace saber lo mucho que extraña su país y a sus familiares.
Si tuviera que dar un consejo a otras madres que están considerando migrar con sus hijos, les diría que tengan mucha paciencia, nunca es fácil empezar desde cero, pero tampoco es imposible. Es importante pensar muy bien, antes de tomar está decisión, porque no solo estamos exponiéndonos nosotros mismos a este gran cambio, sino a nuestros hijos. Hay que estar claras como mamás que tenemos que apoyarlos, animarlos y darles todo nuestro amor durante este proceso para que sea más fácil, que se sientan seguros y comprendidos con respecto a sus emociones y sentimientos.
Durante este proceso, he aprendido la importancia de no tenerle miedo a los cambios, de enfrentarlos con valentía y de que a veces tenemos que hacer sacrificios por el bienestar de la familia. Ha sido difícil, pero se que estamos haciendo lo correcto.
Ahora que estamos en este nuevo país, puedo decir con seguridad que fue la mejor decisión la que tomamos. Lo más importante es que estamos juntos los tres como familia y que nuestro hijo tendrá mejores oportunidades para crecer y un mejor futuro.
Siento que nuestro hijo está mejor en este nuevo país en comparación con su país de origen, por la educación, oportunidades y calidad de vida.
Esta es nuestra historia , gracias por tomarte el tiempo de leerla. Espero que mi experiencia les pueda ser de utilidad para las que están pasando por la misma situación o que están pensando en hacerlo.
